DE NUEVO, LA PROCESIONARIA

MAZARRÓN
La procesionaria y el estrés hídrico se ceban con los pinares
Los agentes forestales señalan que se trata de una plaga «normal» que ya se ha dado otras veces, y confían en que la masa forestal no se reducirá

El estrés hídrico -por las altas temperaturas del pasado verano- y la voraz procesionaria han puesto en jaque los pinares del municipio. El cabezo de los Hierros, a la entrada de Mazarrón por Murcia, y las Lomas del Puerto, cerca de la nueva ciudad deportiva, son dos de los espacios que más están sufriendo las consecuencias. En esas áreas aparecen grandes manchas de pinos defoliados, dando la impresión de que están secos. La plaga de orugas también ha entrado en zonas urbanas, lo que ya ha provocado quejas de los vecinos.
La extensión de la procesionaria ha obligado a fumigar varias zonas de montes públicos como las Herrerías, en el Coto Fortuna, y el Lomachón, en la Sierra del Algarrobo. Los equipos también han tratado los ejemplares de las Lomas del Puerto, donde Medio Ambiente trata de aclarar si además de la procesionaria sufren otra plaga. En esta zona, el estrés hídrico también ha dejado sus huellas. Junio y agosto fueron extremadamente secos y cálidos, con temperaturas de hasta tres grados por encima de la media, según la Agencia Estatal de Meteorología.
Recortes en fumigación
La asociación senderista Amigos de la Naturaleza advierte de que la procesionaria «campa a sus anchas» por la mayoría de los montes públicos y que apenas se hacen tratamientos contra ella. Los recortes en el presupuesto también se han dejado notar a la hora de acometer las fumigaciones, que se han realizado solo con medios terrestres, lo que impide llegar a las zonas más agrestes.
No obstante, fuentes del servicio de agentes forestales en el término mazarronero apuntaron ayer que la situación entra dentro de lo «normal» y que episodios de estas características se suelen registrar cada cuatro o cinco años. Los técnicos consultados confían en que los pinares se recuperen en los próximos meses